El compost es un abono orgánico, obtenido a partir de la descomposición controlada de la materia orgánica.
Es un producto estable, de olor agradable y con multitud de propiedades beneficiosas para los suelos y plantas, garantizándoles una reserva de sustancias
nutritivas, favoreciendo la absorción y retención de agua, facilitando la circulación
del aire y limitando los cambios bruscos tanto de temperatura como de humedad.
El proceso del compostaje es llevado a cabo por múltiples organismos descomponedores que comen, trituran, degradan y digieren las células y las
moléculas que componen la materia orgánica. Los principales “operarios” de estas
labores son las bacterias y hongos microscópicos.
Depositar los restos orgánicos en el contenedor de tapa marrón es un gesto sencillo que facilita la transformación de los residuos en recursos para que nuestra
ciudad sea más sostenible.